Terapia para niños y adolescentes
Abuso de sustancias/adicciones
El abuso de sustancias puede ser el resultado de sufrir trauma o abuso. Todo el consumo de sustancias, incluso el consumo experimental, pone a los adolescentes en riesgo de sufrir problemas a corto plazo, tales como accidentes, peleas, actividad sexual no deseada y sobredosis.
Se sabe que alrededor del 70% de los adolescentes prueban el alcohol antes de llegar a la secundaria, lo cual pone de manifiesto los graves problemas que tenemos en nuestra sociedad actual con esta realidad. Los consumos ocasionales no deben ser trivializado o ignorado ni mucho menos permitido por los padres.
El alcohol en nuestra sociedad está más aceptado debido a los medios de comunicación, lo que conlleva a que muchos de estos adolescentes puedan desarrollar un trastorno relacionado con su consumo.
Con el paso del tiempo y de un uso prolongado del alcohol, se produce un daño irreversible a nivel cerebral. Esto puede resultar en problemas de comportamiento en el adolescente, dañando de manera permanente y sin vuelta atrás su memoria, pensamientos, personalidad, capacidad de toma de decisiones y conllevar a un peor rendimiento escolar y mayores conflictos a nivel familiar, personal y social. El daño cerebral del adolescente quedaría afectado en cuanto a la composición de su tejido cerebral y a nivel neuroquímico.
En cuanto al consumo de drogas, se conoce que el consumo de cannabis se usa en los chicos de manera más frecuente que en el pasado; los cuales suelen desarrollar más problemas psicológicos relacionados con este abuso de alcohol y cannabis que entre las chicas. Según la FAD, las chicas se emborrachan más entre los 14 y 16 años, y a partir de los 17 la tendencia se invierte y son ellos quienes beben más.
Entre chicas adolescentes es común el consumo de sustancias como los hipnosedantes y entre los chicos es más elevado el consumo de cocaína, practica de juegos de azar y psicopatología asociada al juego.
Existen muchas causas por las que los adolescentes consumen, sin embargo, la prevención debe de iniciarse en casa. Es importante que, como padres, sepamos que no debemos esperar a que exista un problema, sino tratar de prevenirlos, hablando abiertamente y predicar con el ejemplo por parte de los padres desde la infancia y especialmente desde la pre-adolescencia.
El desarrollo de factores protectores como pasar más tiempo con los hijos, establecer mejores relaciones y de más calidad con ellos desde pequeños; y enseñarles a crecer con una buena autoestima, confianza en sí mismos, valores y actitudes positivas hacia la salud, serán fundamentales a la hora de “preparar” a nuestros hijos a lo que se van a enfrentar una vez inician la adolescencia.
El tratamiento psicológico si se termina dando la adicción o hay sospecha; es un aspecto nuclear en el tratamiento de la adicción al alcohol como para el consumo de drogas, y en base a la información que se dispone en la actualidad, y salvo algunas excepciones, las intervenciones psicológicas en conductas adictivas más recomendables se encuentran dentro del marco de la terapia cognitivo-conductual.
Además, de intervenir con el adolescente, se debe intervenir con la familia para desarrollar estrategias eficaces y remar juntos.