Terapia para adultos
Problemas de autoestima
La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Abarca todos los aspectos de la vida de una persona y se comienza a desarrollar desde la infancia con modificaciones a lo largo del tiempo.
En distintos momentos de la vida, podemos experimentar diferencias en nuestra autoestima, en función de las experiencias vitales y de las circunstancias personales.
No es lo mismo la autoestima que la autoconfianza, ya que la autoconfianza está más vinculada con aquellos objetivos y metas concretas que nos marcamos en la vida; por lo que la autoestima estaría más vinculada a la valoración global que hacemos de nosotros mismos.
Las bases de la autoestima son el universo social y material que rodea a una persona, y las relaciones que uno tiene con su entorno.
Las creencias negativas sobre uno mismo y que hemos ido asumiendo a lo largo de la vida y las teorías que hemos ido elaborando sobre nosotros mismos (calificativos con los que nos definimos, etc.), son aspectos fundamentales en el desarrollo de la autoestima.
Los problemas de autoestima son muy frecuentes en consulta, y resultan cuando una persona hace una valoración pobre sobre sus capacidades, actitudes, pensamientos y comportamientos.
Para comprender nuestra autoestima debemos tener en cuenta los factores externos y emocionales que están presentes.
Esto quiere decir que aquello que nos ha pasado en la vida, nuestras experiencias, acontecimientos, influencia de otras personas, la valoración de los otros sobre nosotros mismos; junto con el modo en que nos sentimos y el modo en que interpretamos esos factores externos, va a ser decisivo en el desarrollo de una buena o mala autoestima.
Algunos síntomas de problemas de autoestima son:
- Necesidad de aprobación por parte de otras personas
- Dificultad en la toma de decisiones
- Dependencia hacia otras personas, a quienes consideran más fuertes o preparadas
- Miedo ante la posibilidad de afrontar nuevas situaciones o retos, o de salir de su área de confort
- Tendencia a pasar desapercibidos en situaciones sociales, o a evitar vestimentas o comportamientos llamativos
- Autocrítica excesiva, buscando y magnificando cualquier defecto propio y sin valorar sus virtudes
- Actitud negativa o derrotista
- Falta de ambición, carencia de ilusiones, metas o sueños
- Descuido de la apariencia física
- Timidez, retraimiento o inseguridad ante otras personas
- Importancia excesiva a la opinión que otras personas tengan sobre uno mismo
El tratamiento de estos problemas de autoestima tiene diversos abordajes terapéuticos como la terapia cognitivo-conductual o bien técnicas que trabajan en las creencias nucleares de esa persona, sobre los acontecimientos traumáticos que pudieron generar esa baja autoestima como es el caso del trauma al haber sido humillado o acosado de manera continuada, generando efectos dañinos en la vida de esa persona.