Esta terapia ha mostrado ser en numerosos estudios muy eficaz en el tratamiento de los tics o comportamientos repetitivos indeseables.
Se utiliza para hábitos creados tales como tirarse del pelo, morderse las uñas, tics nerviosos entre otros, y se usa tanto en adultos como en niños o adolescentes.
Se trabaja en varias etapas de tratamiento con el fin de ser consciente del comportamiento o habito, para ganar mayor control sobre él, se desarrollan estrategias de comportamiento incompatibles con el tic o comportamiento indeseable, con el fin de reemplazarlo con ese comportamiento alternativo, además de desarrollar otras estrategias en entrenamiento emocional y de relajación, motivación y auto-control para gestionar mejor esos comportamientos problemáticos y poder generalizarlos a diferentes situaciones hasta que el nuevo comportamiento alternativo se convierta en automático y el tic o habito se elimine o minimice al máximo.