Esta terapia fue creada en los años 50 por una psicóloga llamada Dora. M Kalff y continúa siendo una herramienta muy eficaz a la hora de permitir que el paciente sea capaz de dejar volar su imaginación mientras dibuja escenas con figuras para ayudar en el proceso terapéutico a profundizar en el origen de un problema.
Esta terapia nos permite ser conscientes de sentimientos y de miedos que se encuentran escondidos y nos ayuda a superarlos de manera natural.
Es especialmente útil en niños y adolescentes a la hora de ayudarles a expresar sentimientos y preocupaciones.
Las escenas que se van representando mediante figuras en la caja de arena, así como las figuras que aparecen en las escenas, nos van a ofrecer una muestra representativa de todos los seres animados e inanimados que podemos encontrar en el mundo externo e imaginativo interno de la persona.
Algunos de los objetos que nos podemos encontrar a la hora de trabajar con esta terapia son figuras de personas, de edificios, de objetos cotidianos, naturaleza, elementos de fantasía, etc., que van a representar a la familia, a su casa, a algunos miedos o sueños que pueden residir en el interior del paciente.
Lo que conseguimos con esta terapia es por lo tanto que la persona deje libre la mente, los problemas y profundice en su inconsciente.