Esta terapia es eficaz, breve, profunda y duradera, desarrollada por el D. Albert Ellis en 1955.
Se basa en la idea de que NO son las cosas que nos pasan las que nos trastornan, sino lo que nos decimos acerca de ellas.
El principal objetivo de esta terapia es detectar, debatir y cambiar creencias y actitudes que NO hacen más que añadir dolor a la persona.
Al trabajar activamente con las exigencias, falsas necesidades, catastrofismos, baja tolerancia a la frustración, el cliente/paciente aprende rápidamente a detectar las ideas irracionales y a cambiarlas por creencias racionales, que poco a poco irán mejorando su estado de ánimo y así aumentarán su eficacia tanto a nivel profesional como en su vida diaria.
La TREC no se limita a aligerar el malestar del cliente.
Normalmente los cambios van más allá, ya que las actitudes que se discuten y trabajan no producen cambios superficiales, sino que provocan cambios filosóficos profundos que se ponen en evidencia en todos los aspectos de la vida.
Una vez que la persona se encuentra mejor, puede enfocarse en desarrollar aquellos objetivos que en el pasado parecían imposibles.